Hace unos años, con GERMÁN HEVIA LLADONOSA q.e.p.d. y otros a la cabeza, la Asociación de Amigos del Telégrafo de España “aterrizó” y fue dándose a conocer en Sevilla. Posteriormente, con los esfuerzos de Daniel González García y José Luis Simón Delgado (cada uno de ellos con sus peculiares estilos de relación y propaganda) la Asociación fue captando compañeros, para unirse a la “causa”.
La Asociación, lo dice ya su historia, nació en 2004, de la mano de nuestro compañero MANUEL DE LA PRADA, el cual ya tiene ahí su nombre inscrito para siempre. La TERTULIA DE TELEGRAFISTAS DE SEVILLA, que celebramos todos los primeros jueves de cada mes, nació de las inquietudes de varios compañeros (la mayoría tras la jubilación) en el año 2002. En sus inicios, nos reuníamos en el Bar Los Niños, cercano a la Central y muy concurrido por el personal de Correos y Telégrafos; pero se nos quedó el lugar corto de espacio y, tras una breve estancia en la Casa Hermandad de Las Aguas, estamos actualmente en la Casa de Extremadura, donde tenemos nuestra actual “sede” y donde esperamos cuando le apetezca a todo el que se sienta telegrafista y lo desee.
El promotor fundamental, por sus dotes organizativas y su voluntad de mantener vivo el amor por la telegrafía y los afectos devenidos de tantos años de convivencia entre cables y aparatos, fue nuestro compañero WALDO GALAN DUQUE; el cual, ya antes de jubilarse, se encargaba de concertar restaurantes para homenajes a jubilados, avisaba de fallecimientos, enfermedades y nos tenía al tanto de cuantos acontecimientos consideraba de interés para nosotros
A su idea respondió con firmeza, al principio un pequeño grupo : ANTONIO AGER HIDALGO, ANTONIO LÓPEZ RUIZ, JULIO BALCÁZAR CALVO, ARCADIO ZAMORA LAVADO o quien esto suscribe, entre otros. Posteriormente, se fueron añadiendo compañeros que han ido dando forma a La tertulia que no tiene más vocación que reunirse en torno a unos vinos y unas tapas, dar noticias sobre compañeros ausentes y charlar de nuestras cosas, más o menos transcendentes. Aquello se enriqueció con la aparición de la pareja Alfonso-Mariví; Enrique Márquez, el artista del balón; el inefable Antonio Cantos; la solemnidad de Pepe Cantos; la simpatía del dúo Julio-Pauli; las evocaciones de Santos Villalba; los “golpes” chirigoteros de Fernández Júlvez; las verdes osadías de Daniel; las promesas de viajes al Edén, de Pepe Simón; la simpatía de Amparo y Rosarito Gordillo; las ristras de chistes del bueno de Pepe Domínguez – mejórate, amigo- etc. Aquí quiero hacer la salvedad de que soy, sinceramente, un desmemoriado y es posible que me deje en el tintero algún nombre querido; desde aquí, pido perdón.
Aquí hemos vivido alegrías y grandes disgustos; abrazos y discusiones; encuentros y desencuentros. Pero nuestro fondo, nuestro aval, es un gran afecto, un enorme placer de seguir platicando en torno a un salmorejo o un chipirón a la plancha.
No hay Registros oficiales. No hay títulos. Sólo hay amistad añeja, voluntad de no desprenderse de tan ensolerados afectos y de perdurar en el tiempo.
Tanto nuestra Asociación Nacional –con más amplitud de miras- como esta sencilla tertulia, aunque en armoniosa relación, son Entidades distintas. -Hay, por supuesto, compañeros que sólo pertenecen a la Tertulia-. Lo que está claro es que, cada una con sus actividades, son dignísimas representantes de la telegrafía.
Algunos compañeros entienden, y así me han pedido que lo haga constar, que hasta la fecha no ha sido tenida en cuenta la existencia de nuestra tertulia, apareciendo nuestras reuniones siempre como devenidas de la Asociación Nacional. Se trata, simplemente, de que “conste en acta” tal hecho, para que cada cual disfrute de sus logros Con la publicación de esta breve nota, pienso que quedará aclarado el entuerto y serenadas las inquietudes.
JUAN SEBASTIÁN LOPEZ SÁNCHEZ.