Hoy es el día de San Valentín.

Como yo tengo muy poco dinero,

tan solo puedo decirte “te quiero”

dándote un beso que no tenga fin.

 

Después te entregaré mi corazón

oculto por un gran ramo de flores,

hecho de amor de todos los colores,

que tú colocarás en un jarrón.

 

Y aunque el ramo de flores es virtual,

exhalará un perfume delicioso

que será, te lo juro, muy real.

 

Lucirá, ante tus ojos, tan hermoso

que no podrá existir ninguno igual.

Por tarjeta, un soneto presuroso…

 

Raúl Mario García Fandiño